L. C. Álvaro
Neurosciences and History 2017;5(1):26-37
Tipo de artículo: ORIGINAL
AUTOR
L. C. Álvaro
Servicio de Neurología, Hospital de Basurto. Bilbao, España.
Departamento de Neurociencias, Universidad del País Vasco. Leoia, España.
RESUMEN
Introducción. La pintura es una fuente histórica de representación de trastornos médicos y neurológicos. El período barroco es particularmente fructífero, dado el uso pionero de modelos naturales representados de manera fiel y verista. Lo analizamos por estas razones, con perspectiva neurológica e histórica.
Métodos. Estudiamos pinturas barrocas del Museo del Prado de Madrid, del Museo de Bellas Artes de Bilbao y de los catálogos de exposiciones de Georges de La Tour (2016) y Ribera (Pinturas, 1992, y Dibujos, 2016) celebradas en el Museo del Prado.
Resultados. Hemos encontrado en Georges de La Tour: distonía focal y síndrome de Meige (Riña de músicos y Tocador de zanfonía) y enfermedades carenciales (pelagra y ceguera en Comedores de guisantes, anasarca en Joven espulgándose). En óleos de Ribera, una hemiparesia espástica en El niño cojo y un complejo trastorno endocrinológico transido de humanidad en La mujer barbuda. En dibujos del mismo pintor hay representaciones de dolor emocional y físico, deformidades grotescas, figuras alegóricas con deformidades faciales que transmiten valores morales, y dibujos con interés documental sanitario. Finalmente, Juan Bautista Maíno revela una distonía cervical en San Ágabo que refuerza el aspecto piadoso del monje.
Conclusiones. El naturalismo de la pintura barroca nos ha permitido encontrar diversos trastornos neurológicos y enfermedades médicas en la muestra analizada. Fueron utilizados con valor moralizante y permiten hacer consideraciones de interés histórico. Merece la pena una investigación neurohistórica más amplia de este período artístico.
PALABRAS CLAVE
Pintura y neurología, arte y medicina, síndrome de Meige, pelagra, pintura barroca
Neurosciences and History 2017;5(1):26-37