S. Giménez-Roldán
Neurosciences and History 2018; 6(3): 101-115
Tipo de artículo: REVISIÓN
AUTORES
S. Giménez-Roldán
Exprofesor jefe, Servicio de Neurología, Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Madrid, España.
RESUMEN
Introducción. El idioma, el aislamiento de Rusia y, en el caso de España, el rechazo a dicho país tras la guerra civil han dificultado conocer la aportación de Rusia a las neurociencias. Un número considerable de artículos publicados en inglés por autores rusos comienza a subsanar esta carencia.
Desarrollo. Se han revisado trabajos de autores rusos relativamente familiares para especialistas españoles, organizando sus aportaciones según las distintas materias (neuroanatomía, neurofisiología, clínica neurológica, etc.), además de aspectos biográficos relevantes. También se han abordado el estudio del cerebro de Lenin y la represión sufrida por neurocientíficos durante la época soviética.
En Rusia y países bajo su órbita, el personaje crucial fue Kozhevnikov, por hacer de la neurología una especialidad independiente. En Europa, los epónimos de Kernig y Brudzinski pudieran ser los más populares, pero sobresalen como neuroanatómicos los nombres de Betz y sus células piramidales gigantes, y las numerosas estructuras que llevan el nombre de von Monakow, mientras que es conocida la influencia de Pavlov y Luria en neuropsicología. El estudio del cerebro de Lenin fue el intento de demostrar las bases estructurales de la inteligencia. Por otro lado, el probable asesinato de Bekhterev es ejemplo de la etapa más negra de la Unión Soviética.
Conclusiones. Las neurociencias rusas han sido víctimas de la historia. Cambios políticos favorables y escritores rusos que se comunican en inglés han mejorado sensiblemente nuestro conocimiento.
PALABRAS CLAVE
Bekhterev, Betz, Korsakov, Kozhevnikov, Luria, neurociencias, Pavlov, Rusia
Neurosciences and History 2018; 6(3): 101-115