A. García-Molina, A. Enseñat-Cantallops
Neurosciences and History 2019;7(2):77-82
Tipo de artículo: ARTÍCULO CORTO
AUTORES
A. García-Molina1,2,3,4, A. Enseñat-Cantallops1,2,3
1Institut Guttmann. Universitat Autònoma de Barcelona, Badalona, Barcelona, España.
2Fundació Institut d’Investigació en Ciències de la Salut Germans Trias i Pujol, Badalona, Barcelona, España.
3Universitat Autònoma de Barcelona, Bellaterra, Barcelona, España.
4Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Social. Facultad de Psicología, Universidad Diego Portales, Santiago, Chile.
RESUMEN
Este artículo repasa el papel del artista alemán Max Brödel (1870-1941) en el campo de la ilustración neuroquirúrgica. Sus trabajos se caracterizan por una minuciosa programación previa, exquisita exactitud topográfica y realismo neuroanatómico. En 1894, Brödel se traslada a Baltimore para trabajar en el Johns Hopkins Hospital junto al ginecólogo Howard Kelly. Paralelamente entabla amistad, y colabora regularmente, con el padre de la neurocirugía moderna, Harvey Cushing. En 1911 crea el Departamento de Arte Aplicado a la Medicina de la Universidad Johns Hopkins, formando durante tres décadas a casi 200 ilustradores médicos. Dorcas Hager Padget, una de las alumnas más brillantes de Brödel, trabaja durante más de una década con el neurocirujano Walter Dandy. Otros alumnos, como Mildred Codding, William McNett o Ralph Witherow, también realizan ilustraciones para Cushing y Dandy. La única alumna británica del departamento, Audrey Juliet Arnott, es la ilustradora del neurocirujano Hugh Cairns.
PALABRAS CLAVE
Cerebro, neurocirugía, ilustración médica, fotografía, Max Brödel, historia del siglo XX
Neurosciences and History 2019;7(2):77-82