D. Ezpeleta, F. Morales, S. Giménez-Roldán
Neurosciences and History 2019; 7(4): 122-136
Tipo de artículo: ORIGINAL
AUTORES
D. Ezpeleta1, F. Morales2, S. Giménez-Roldán3
1Servicio de Neurología, Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, España.
2Servicio de Neurología, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Facultad de Medicina, Zaragoza, España.
3Servicio de Neurología, Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Madrid, España.
RESUMEN
Introducción. Nicolás Achúcarro (1880-1918), discípulo aventajado de Cajal, fue invitado por Nissl y Alzheimer
para escribir sobre la rabia experimental. La publicación, aparecida en 1909, nunca había sido traducida al español.
Material y métodos. El trabajo “Sobre el conocimiento de la histología patológica del sistema nervioso central en la rabia” fue obtenido a través de la Universidad de Bonn, Alemania, y traducido por uno de los autores (FM). Se investigaron las circunstancias del estudio; el interés epidemiológico, diagnóstico e histopatológico de la encefalitis rábica; y la influencia que tuvo en la carrera científica de Achúcarro.
Resultados. La investigación fue realizada en conejos, un perro, dos gallinas y un hombre fallecido por rabia. Se presentó como tesis doctoral en Madrid en diciembre de 1906. La publicación en alemán, de 1909, consiste en 51 densas páginas acompañadas de 13 ilustraciones, publicándose de forma resumida en español en 1914. Achúcarro rechaza la idea de los corpúsculos de Negri como parásitos, confirmando las observaciones de Cajal sobre la degeneración neurofibrilar de Alzheimer y las fibras argirófilas de la rabia. Subraya la transformación de las células gliales del asta de Amón en elementos alargados (células en bastoncito o Stäbchenzellen) para adaptarse a la disposición en paralelo de las células piramidales en el stratum radiatum. Sugiere que estas células participan también en la captación y eliminación de grasa y residuos degenerativos (corpúsculos granuloadiposos) y, posiblemente, en el fenómeno de neuronofagia.
Conclusiones. El estudio de Achúcarro fue pionero en señalar la morfología y funciones de la microglía. Del Río Hortega identificó el “tercer elemento” de Cajal como dos células separadas (microglía y oligodendroglía), demostrando el origen mesodérmico de la microglía. El estudio sobre la rabia experimental fue determinante en la orientación de Achúcarro como neuropatólogo.
PALABRAS CLAVE
Neurosciences and History 2019; 7(4): 122-136