J. J. Campos-Bueno
Neurosciences and History 2021;9(4): 174-196
Tipo de artículo: ORIGINAL
AUTOR
J. J. Campos-Bueno
Facultad de Psicología. Universidad Complutense. Campus de Somosaguas, Madrid.
RESUMEN
Luis Simarro está indisolublemente unido a la figura de su amigo Cajal por la provechosa relación que mantuvieron desde que se conocieron realizando el doctorado con Maestre de San Juan. Simarro le mostró generosamente a su amigo diferentes técnicas, algunas de las cuales Cajal luego perfeccionó. Las dos más conocidas son la técnica de Golgi para teñir la neurona y el método de Simarro para observar con claridad las neurofibrillas. Ambas sirvieron para proporcionar sólidos argumentos a la doctrina de la neurona frente a la teoría reticular de Golgi. Dicha teoría establecía que la analogía de la red cerebral estaba formada por redes de tubos, igual que el sistema vascular o la fibra muscular estriada. Ambos optaron a la cátedra que había quedado vacante tras la muerte de Maestre de San Juan. La obtuvo Cajal con méritos sobrados y Simarro quedó segundo. Simarro obtuvo la cátedra de Psicología Experimental diez años después.
El reconocimiento social que ambos recibieron años después de haber fallecido fue muy diferente del que habían tenido en vida. La Fundación Simarro fue confiscada por los vencedores de la guerra civil y al mismo tiempo se creaba el Museo Cajal. A lo largo de su vida ambos mostraron preocupaciones sociales y políticas, pero Simarro las abordó más intensamente y al final de su vida interfirieron con su actividad científica. Estos dos legados han sufrido un trato injusto en el aspecto material, pero en los ambientes académicos están bien reconocidos. Todavía no existen espacios museísticos adecuados para mostrar los grandes logros de la neurohistología española surgida en torno a las figuras de Cajal y de Simarro.
PALABRAS CLAVE
Luis Simarro, Ramón y Cajal, Escuela Histológica Española, Fundación Simarro, XIV Congreso Internacional de Medicina
Neurosciences and History 2021;9(4): 174-196