J. J. Zarranz
Neurosciences and History 2022;10(1): 1-8
Tipo de artículo: ORIGINAL
AUTOR
J. J. Zarranz
Catedrático Emérito, Departamento de Neurociencias. Universidad del País Vasco-EHU, Barakaldo, España.
RESUMEN
Introducción. Jean Martin Charcot es considerado unánimemente como uno de los padres de la neurología, no solo en Francia sino en todo el mundo. Llevó a cabo toda su obra pionera en el Hospice de la Salpêtrière, un asilo para ancianas, inválidas, mendigas y chicas abandonadas, el lugar menos apropiado, a priori, para una tarea de investigación. Sin embargo, Charcot supo ver que en aquella inmensa población de pobres mujeres marginadas había un gran potencial, un museo viviente, como él mismo dijo con indisimulado cinismo, para la observación a largo plazo de los procesos morbosos y sus bases patológicas. En los más de 30 años de la carrera de Charcot en la Salpêtrière se pusieron de manifiesto sus enormes cualidades para el desarrollo científico médico, basado en el método anatomoclínico, y, también, su personalidad egocéntrica, obsesiva, dominante, incluso despótica con sus pacientes, colaboradores y familiares. Nadie se atrevía a contrariar la opinión del “César de la Salpêtrière”, como era conocido.
Material y resultados. George Guillain, uno de sus más reconocidos biógrafos, desveló, con ocasión del centenario del nacimiento de Charcot, una anécdota poco conocida. En cierta ocasión Charcot se sumó a una fiesta tumultuosa de los internos. A la mañana siguiente, Mlle Bottard, su supervisora, retratada en el archifamoso cuadro de Brouillet Une leçon clinique à la Salpêtrière, se atrevió, según Guillain, a llamar la atención a M. Charcot, probablemente la única mujer que fue capaz de hacerlo.
Conclusión. Se resalta la figura de Mlle Bottard en el contexto histórico y político de la creación de la enfermería laica en la Salpêtrière.
PALABRAS CLAVE
Bottard, Charcot, Guillain, Salpêtrière
Neurosciences and History 2022;10(1): 1-8