S. Giménez-Roldán
Neurosciences and History 2018; 6(1): 10-20
Tipo de artículo: REVISIÓN
AUTORES
S. Giménez-Roldán
Ex profesor jefe, Servicio de Neurología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Madrid, España.
RESUMEN
Introducción. En 1906, Cajal levantó un elegante edificio cerca de su Laboratorio de Investigaciones Biológicas. Recientemente, la prensa ha comunicado que el palacete está siendo transformado en pisos de lujo. Sucesos relevantes en su vida se perderán con su demolición.
Desarrollo. En “la cueva”, el frío sótano en el que se encerró para seguir trabajando por temor a sufrir una hemorragia cerebral, se perdió una versión actualizada de su Histologie du système nerveux de l’homme et des vertébrés, en la que se afanaba desde hacía más de 40 años. Es posible que la sirvienta Dora y una ayudante adolescente pudieran haber confundido sus páginas desencuadernadas con papeles inservibles. Cajal modificó su testamento en tres ocasiones. Poco antes de fallecer redactó un codicilo con su deseo de ser enterrado en el Cementerio Civil de Madrid. Finalmente, compartió sepultura con su esposa en el cementerio católico de La Almudena. Su entierro fue muy conflictivo, impidiendo la policía que su féretro fuera llevado a hombros.
Conclusiones. Con la demolición del interior del palacete de Cajal se perderán de manera irreversible referencias tangibles que han sido parte esencial en la vida del creador de la neurociencia moderna.
PALABRAS CLAVE
Entierro, Histologie du système nerveux de l’homme et des vertébrés, palacete Ramón y Cajal, testamentos, último domicilio
Neurosciences and History 2018; 6(1): 10-20