L. C. Álvaro González
Neurosciences and History 2025;13(1): 1-18
Tipo de artículo: ORIGINAL
AUTOR
L. C. Álvaro González
Servicio de Neurología, Hospital Universitario Basurto, Bilbao, España.
Departamento de Neurociencias. UPV/EHU, Leioa, Bizkaia, España.
RESUMEN
Introducción y objetivos.Tiziano (1490-1576) fue un pintor renacentista de la escuela veneciana que rivalizó con la pintura de Roma de Miguel Ángel o Rafael. Fue un maestro del color. En su última época su estilo adquiere una nueva dimensión, con obras en las que se pierde la viveza, los contrastes y los volúmenes que creaba con el color de sus obras tempranas. En las del final hay una reducción de la paleta cromática, con tendencia a un uso de colores ocres, terrosos y tonalidades del rojo. Los azules, verdes y blancos apenas aparecen o lo hacen con un llamativo cambio de tonalidad. Se corresponden con los colores de longitud de onda corta, los que se afectan en la catarata. Esa es nuestra hipótesis de trabajo.
Material y métodos. Hemos revisado la obra de Tiziano del Prado (49 cuadros), del museo Thyssen (4 cuadros) y la de catálogos. Tras comprobar el cambio de estilo tardío nos centramos en obras de los últimos años, de 1562 a 1576. Seleccionamos cinco que representan bien nuestra hipótesis de trabajo. Estas son: Coronación de espinas (1570), El castigo de Marsias (ca. 1570-1576), Piedad (ca. 1576), San Jerónimo (ca. 1575) y Entierro de Cristo (1572). Se analizan los siguientes aspectos del color: brillo y luminosidad; policromía, número de colores y matices; contribución de color a forma y volumen; atmósfera y luz ambientales. Salvo El castigo de Marsias y Piedad, las otras tres tienen réplicas de épocas previas que permiten contrastar bien el cambio de estilo dentro de un mismo tema y esquema general.
Resultados. En las cinco obras se comprueba que hay una tendencia al oligocromatismo, con dominio de colores terrosos, ocres, amarillos y tonalidades de rojo. El cambio de los blancos (especialmente en el Cristo muerto de Piedad) es notorio, con una degradación que, no obstante, refuerza el misterio y eleva la obra. La presencia de colores de longitud de onda corta es muy reducida; la pincelada es gruesa o hecha con las manos, y la luminosidad de ambientes más oscura, tenue y tenebrosa. Los cielos o la vegetación se simplifican, pues los azules y verdes están ausentes. La tendencia se rompe en el Entierro de Cristo: comparada con la obra temprana conserva un esquema general original, pero los colores, retratos y anatomía son artificiosos, sin duda obra de sus discípulos. El último Tiziano, con el cambio de estilo de color probablemente impuesto por limitaciones perceptivas visuales, logra, sin embargo, un estilo que de nuevo es único, sublime, lleno de misterio e interrogantes, como corresponde al genio, que por su condición puede superar las limitaciones impuestas, en este caso perceptivas.
Claude Monet es el caso de artista con más estudios por su catarata, en este caso documentada. Cuando se analiza su cambio de estilo y color, el paralelismo con el Tiziano tardío es notable. La catara de Monet era hipermadura y tuvo un curso tormentoso tras tres intervenciones; la de Tiziano muy probablemente era una forma capsular senil que, de no haber sido él artista, no habría impactado en la visión de color de la vida diaria. Rembrandt, finalmen¬te, también muestra una simplificación del color y una geometrización del dibujo en sus últimos autorretratos, aunque muy probablemente sea el resultado de pobreza y falta de recursos, una constricción externa que también supo superar.
PALABRAS CLAVE
Tiziano, Tiziano tardío, color, catarata, pintura, medicina
Neurosciences and History 2025;13(1): 1-18